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La querida villa natal de Antonio Pereira despide hoy al genial escritor

27.04.2009 |

El funeral por su alma se celebra en la Colegiata de Villafranca del Bierzo a partir de las 18.30. Se han declarado tres días de luto.

Villafranca del Bierzo, la Villafranca de La Orbea del Coadjutor , la Villafranca de La feria según nos va en ella , la villa noble, fronteriza y atlántica, la villa que enlaza León con Galicia y hasta con Portugal ( La ilustre casa de Pereira ), esa villa mágica despide hoy a uno de los autores que con más talento y cariño han retratado su alma y la han aupado -”todavía más-” a su muy merecido puesto de pueblo sin barreras: hoy, Villafranca del Bierzo despide a Antonio Pereira.

El funeral por el eterno descanso de su alma tendrá lugar esta tarde en la Colegiata, a partir de las 18.30 horas. Toda la comarca, todo León y toda la comunidad literaria hispánica se unirá, física o sentimentalmente, al dolor de sus familiares, amigos y compañeros. Son muchos los lectores que, sin haberle conocido personalmente, se sienten muy estrechamente unidos al escritor berciano, y en la ceremonia de esta tarde, de alguna manera, estarán presentes.

Todos los partidos políticos, administraciones locales, provinciales y autonómicas, instituciones culturales y asociaciones de todo tipo han querido mostrar sus condolencias a la familia y el sentimiento de pérdida que, con su marcha, ha embargado a toda la sociedad. Y así, la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, aseguraba ayer que la entidad provincial concederá a Antonio Pereira su Medalla de Oro a título póstumo.

 

Hijo de sus calles y plazas

Recordaba el escritor en un muy interesante libro editado por Everest, Pereira y los niños , que «lo de Villafranca (su propio nacimiento) ocurrió el 13 de junio de 1923, día de San Antonio, que es -˜feria de año-™ y reúne a gentes y rebaños de toda la comarca y hasta de varias provincias. Mi padre era comerciante de ferretería (mis abuelos y bisabuelos habían trabajado el hierro), y a veces imagino lo perplejo que andaría Don José entre el acontecimiento familiar y la necesidad de aprovechar la feria».

Después escribiría Pereira aquello de Cuando descanso los ojos/y voy flotando en el sueño/ lo que escucho todavía/ es el sonido del hierro .

Emilio Gancedo - www.diariodeleon.es