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Villafranca pide ayuda a la Junta para frenar el deterioro de la iglesia de Santiago

04.08.2012 | A la Puerta del Perdón se le ven los clavos. Y a la iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo que la cobija, el único lugar del Camino donde los peregrinos enfermos o impedidos pueden ganar el Jubileo, se le notan las goteras en el techo. Y las humedades en las paredes.

Tanto que el Ayuntamiento y la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Caballeros de Santiago ya han dado la voz de alarma y en los próximos días remitirán un escrito a los responsables de Patrimonio de la Junta de Castilla y León para solicitar una actuación que acabe con los achaques que arrastra el templo románico, algunos de ellos, como el de las inundaciones periódicas cuando llueve demasiado, desde que hace veinte años, la administración acometiera una reforma del entorno del monumento del siglo XII que elevó la cota del suelo y generó los problemas de drenaje que sufre el templo.

«No es un buen momento para pedir dinero, pero tenemos que hacer algo», reconoce el concejal de Cultura, Luis Manuel Prieto Gaztelumendi, durante una visita al templo acompañado por el teniente de alcalde, Marcos Fernández, y el hermano mayor de la cofradía, Manuel Fernández.

Lo más urgente es el tejado, donde el Ayuntamiento quiere actuar —debería obtener antes el permiso de la Comisión Territorial de Patrimonio— para frenar las goteras, especialmente visibles en la zona del coro. Pero los problemas de la iglesia de Santiago no se resuelven con un cambio de la estructura del tejado —el actual es de 1949, año en que se acometió una reforma completa de lo que entonces era una ruina y se recuperó la tradición de abrir la Puerta del Perdón en Año Jacobeo— y tanto el Ayuntamiento como la Cofradía recuerdan que el templo arrastra un grave problema de humedades desde la reforma del entorno emprendida en 1993.

Filtraciones de agua

«Cuando viene el invierno, el agua se filtra e inunda la iglesia», alerta Manuel Fernández. La marca de la humedad es sobre todo visible en el transepto y Fernández recuerda que un año, la tromba de agua entraba en la puerta de la sacristía anexa a la iglesia «y salía por la Puerta del Perdón».

Un caso aparte del estado de la iglesia de Santiago de Villafranca es la propia Puerta del Perdón, restaurada en el año 2005 con un presupuesto de 56.000 euros, recuerda Manuel Fernández. «Quedó peor que estaba», opina el hermano mayor de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y los Caballeros de Santiago.

Y es que siete años después de la conclusión de aquellas obras de consolidación, la punta de los clavos que sirven para consolidar las piedras de la puerta, asomaba oxidada por las juntas y ofrece una mala imagen del monumento.

«Y la piedra todavía se va con la uña, así que de consolidación, nada», afirma Manuel Fernández mientras los primeros peregrinos de la tarde buscaban la sombra de la iglesia y se detienen a observar la puerta románica que se abre y se cierra coincidiendo con las celebraciones de los años jacobeos.

Fuente: www.Diariodeleon.es