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Una nueva traída de casi millón y medio de euros que no funciona

14.01.2013 | El Ayuntamiento advirtió en su día a la dirección de obra de los problemas que surgieron en tan sólo tres meses.

Después de años de proceso administrativo, de retrasos y diversas dificultades, la nueva traída de agua de Villafranca del Bierzo ha tardado tres meses en dejar de ser útil. Nada desdeñable fue su inversión: 1.461.888,60 euros, casi millón y medio que en poco más de tres meses no sirven para nada.

Así lo asegura el concejal de Obras, Urbanismo y Deportes del Consistorio villafranquino, Marcos Fernández (Mass). El edil lamenta ahora que las múltiples advertencias que se hicieron desde el Ayuntamiento tanto a la Junta como especialmente a la dirección de la obra no sirvieran para evitar lo evitable.

Cabe recordar que esta obra concluyó en mayo del año pasado (tres meses después de lo previsto) y se entregó a finales del mes de septiembre después de una inversión de 1,4 millones de un convenio de la Junta y el Ayuntamiento por el cual éste último está obligado a abonar un 20%, es decir, concretamente 297.418 euros, un dinero del que actualmente no disponen las arcas municipales y que, además, sirve para pagar una obra que no funciona. El objetivo del proyecto era garantizar el abastecimiento a Valtuille de Arriba y Abajo, Vilela y Villafranca y eliminar el bombeo de agua para estas poblaciones.

El propio concejal de Obras advirtió en persona al responsable de la dirección de obra que el río Burbia tiene mucha sedimentación y arrastra mucha maleza y hojas, por lo que los sistemas de filtro y deflectores instalados no podrían hacer bien su trabajo. Como así fue. Y es que poco después de ponerse en marcha la nueva traída las hojas empezaron a acumularse en estos filtros. Desde entonces es necesario que un operario del Ayuntamiento de Villafranca se desplace entre 3 y 6 veces cada día hasta el inicio del canal de 2,6 kilómetros y, sumergido en el agua, quite las hojas para liberar la presión del caudal del agua. Al taponarse la entrada de líquido, el depósito principal de los tres que existen no alcanza el mínimo y, de forma automática, arrancan las dos bombas que siempre surtieron la traída de Villafranca, aquellas cuyo objetivo era eliminar con esta nueva traída, y cuyo gasto eléctrico supone un mínimo de 3.000 euros al mes aunque a veces llega a 6.000.

Pero el Burbia es mucho río y el proyecto de la nueva traída además no contempló la sustitución de la captación antigua, creada hace unos 50 años. Así, en una de las crecidas del invierno el agua se llevó el deflector instalado en este lugar y el Ayuntamiento se vio en la obligación de instalar por su cuenta dos tuberías que llevasen el agua hasta el inicio del canal de la nueva traída. Sin embargo, la fuerza del agua ha terminado por hundir tanto la vieja captación como las tuberías, elementos que han sido movidos por la fuerza del río y que empeoran aún más la toma de agua, por lo que, de esta forma, las viejas bombas deben funcionar más tiempo aún.

Esta situación podría incluso empeorar en época estival, cuando la reducción del caudal del río impida tan siquiera la entrada de agua por las tuberías colocadas para facilitar la captación de agua.
El Consistorio ya había advertido de estos problemas y para ello, antes de finalizar la obra encargaron un informe a una ingeniería independiente, que confirmó estas dificultades, y este estudio se presentó ante la Junta de Castilla y León, cuyos técnicos tomaron nota de la situación, aunque no pudieron hacer mucho más, ya que el proyecto no incluía ninguna solución. “Yo creo que ese fue el problema, que el proyecto no estuvo bien hecho y la Junta, por tanto, no podía hacer nada. Aunque yo lo intenté con el responsable la dirección de obra, la comunicación con el Ayuntamiento fue nula y no pudimos modificarlo”, explica Marcos Fernández. Ahora el Ayuntamiento prepara un nuevo informe que quiere presentar ante la Junta de Castilla y León para intentar resolver este problema y espera poder reunirse con los responsables de la Dirección de Carreteras, encargados de este proyecto dentro de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. “Confiamos en que la Junta, con quien siempre hubo buen diálogo, pueda poner una solución”, espera Fernández.

Fuente: www.Lacronicadeleon.es